En 1979 Ismael Arroyo, su esposa e hijos, descendientes de viticultores desde varias generaciones, creamos Bodegas Ismael Arroyo-Valsotillo. Continuamos así la tradición de los abuelos y bisabuelos. Impulsores de la D.O. Ribera del Duero, hoy en día nuestros vinos y nuestra bodega subterránea del siglo XVI atraen a visitantes de todo el mundo.
Esta bodega subterránea es lo más singular y auténtico que tenemos, aquí es donde realizan la crianza nuestros vinos, en las 1.200 barricas de roble americano y francés, a una temperatura constante de 12ºC durante todo el año.
La ausencia de vibraciones, ruidos y luz permiten una excelente crianza de nuestros vinos que les da una singular personalidad, son vinos muy concentrados, de brillante presente y largo futuro.
Esta bodega ha sido bautizada por su espectacularidad como “la catedral del vino”, 2.000 m² de galerías excavadas en roca y horadada en piedra.
40 años después recibimos a diario visitantes tanto de España como del extranjero, llegando a venir en 2019 personas de hasta 47 países distintos de los cinco continentes. No tanto nos importa la cantidad de personas que nos visitan, sino la variedad de países de donde proceden los visitantes.
La bodega sigue siendo familiar, con una producción de unas 250.000 botellas.