Situada en el corazón de la Calle Mayor, la casa fue donada por Julián García Sainz de Baranda, hijo predilecto de la ciudad y miembro de la Real Academia de la Historia, al Ayuntamiento medinés para que se dedicara a la cultura y telecomunicaciones.
Tiene una fachada de sillería y un gran escudo en la portada. Se han respetado la piedra y las vigas de madera antiguas y el patio interno, tipo corral, y con un lucernario central por el cual entra la luz.
Consta de recepción, donde se puede solicitar mediante instancia, el uso de las aulas y el salón, biblioteca municipal, telecentro, sala de informática, aula de formación y sala de reuniones.