Con casi 100 kilómetros de recorrido, es uno de los mayores complejos de cuevas del mundo y atesora un importante legado cultural.
Se pueden recorrer dos de las cuevas; la primera es la de San Bernabé, que incluye un itinerario de 400 metros de galería y la ermita de San Tirso y San Bernabé, excavada en la entrada de la cueva. La visita dura en torno a 45 minutos, está acondicionada y es accesible a todo tipo de público.
La segunda es Cueva Palomera, donde el viajero descubrirá un espectacular conjunto calizo-dolomítico del Cretácico Superior en el que podrá conocer las peculiaridades de las gentes que, durante la Prehistoria, habitaron este paisaje kárstico, así como encontrar elementos materiales de la Edad Media. Las visitas son espeleopaseo, la cueva no está acondicionada y se requiere unas condiciones físicas aceptables.